Por fin nos acercamos a la Primavera y es evidente que la temperatura va variando. Ya tenemos mediodías soleados –gracias a Dios!-y aunque en la noche aún hace frío, creo que podemos ir agregando a nuestro closet algunas prendas «un poquito» más ligeras. En este sentido, un vestido es una buena opción para ir preparándonos para el cambio de clima.
Por supuesto que éste vestido tendría que ser de textura gruesa, para que nos mantenga abrigaditas, sobre todo a las chicas friolentas cómo yo.
Esta vez les tengo una nota pequeña con un look muy femenino, pero cómodo, donde un vestido de invierno es el principal protagonista.
Escogí uno ceñido de manga larga, con abertura a los costados y en color guinda. La tela es gruesa. Lo combiné con unas zapatillas blancas para darle ese «toque» urbano necesario y por supuesto le agregué una casaca de cuero para redondear la idea. Los accesorios dependen del gusto de cada uno, yo quise resaltar los tonos rojizos del vestido y me puse unos maxi aretes rojos. Espero les guste chicas. Ya saben, me cuentan! 😉
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